Jueves, 10 de febrero de 2011. Miembros de la Sociedad Obrera de Apoyo Mutuo, un día más, despliegan una pancarta, sacan los panfletos y comienzan una nueva concentración de protesta delante del Hotel Meliá Lebreros, donde Nuevo Futuro-Sevilla celebra su Rastrillo anual.
El panorama es el mismo que el de ayer. Prácticamente nadie entra al evento convocado por Nuevo Futuro. El Rastrillo por dentro tiene que dar grima, lleno de reliquias delante y detrás de los stands.
De repente, llega a las puertas del Rastrillo el coche de la duquesa de alba. Pero no llega a entrar. ¿Qué ocurre? ¿La duquesa está tiesa? ¿No le llega ni pa un cuadro descolorío de ciervos?
No es capaz ni de salir del coche. No es capaz de pasar al lado de las personas que, sin descanso, denuncian a través de la megafonía los abusos patronales de Nuevo Futuro, la precariedad en la que mantiene a los educadores y educadoras y el cinismo con el que utilizan a los y las menores para enriquecerse con subvenciones.
Así que da la espantá y se marcha por el mismo sitio por el que ha venido. Este año no entra nadie al Rastrillo, no entra ni su presidenta de horror.
A los pocos minutos, sale alguien por la puerta, que no giraba desde hace un buen rato. Es un directivo de Nuevo Futuro-Sevilla, que empieza a criticar a las personas concentradas. Están cada vez más nerviosos. Los juicios perdidos los acribillan y tienen miedo de perder su chiringuito.
¿Será también porque a lo largo de la tarde se han acercado a la concentración varias personas que participaban como voluntarias en el Rastrillo para comentar que han decidido dejar de colaborar con ellos?
Sobre todo saben que no vamos a parar.
Mañana, más. Nueva concentración a partir de las 6 de la tarde. Hoy nos han apoyado miembros de la Plataforma Sindical y Ciudadana de Sevilla. Desde aquí os invitamos a sumaros y denunciar públicamente la desfachatez de Nuevo Futuro y de las Administraciones que amparan a esta entidad.
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