Por segundo año, volvemos a las puertas del Rastrillo de nuevo futuro para continuar informando a la opinión pública acerca de la política laboral de explotación que esta empresa lleva a cabo.
Por segundo año, volvemos aquí para recordar a esta empresa que sigue debiendo dinero a sus trabajadorxs, dinero que deben desde enero de 2010 a una trabajadora que fue echada a la calle cuando quiso poner fin a la explotación a la que se veía sometida en su puesto de trabajo, dinero que corresponde a las más de 200 horas extras que se vio obligada a realizar durante los seis meses que trabajó en esta empresa.
Volvemos aquí para recordar a Nuevo futuro que NO ES LEGAL obligar a sus trabajadorxs a realizar jornadas semanales de hasta 90 horas, turnos de 72 horas seguidas, no es legal obligar a realizar horas extraordinarias, no pagar dichas horas, no pagar las horas nocturnas trabajadas, obligar a doblar turnos para cubrir las bajas de lxs compañerxs, incumplir el Convenio Colectivo, incumplir la legislación laboral.
A nuevo futuro no le basta con nuestras denuncias. Tampoco le basta con el acta de infracción levantada contra ellos por la Inspección de Trabajo de Sevilla. Tampoco les bastan las diferentes sentencias en su contra que ha habido en los últimos meses en ciudades como Gipuzkoa o Murcia, sentencias que les condenan a readmitir a trabajadorxs despedidxs, los cuales habían cometido la “insensatez” de denunciar esta misma política laboral explotadora a la que nos referimos, sentencias que les condenan por represión sindical, sentencias que dan la razón a lxs trabajadorxs y que van poco a poco poniendo fin a las injusticias llevadas a cabo por Nuevo futuro.
Por ello pedimos a la opinión pública que exija a Nuevo Futuro (empresa con más de 600 trabajadorxs en plantilla) que cese la política laboral que lleva a cabo, que pague lo que debe, que cumpla su Convenio y que regularice la precaria situación de sus trabajadorxs.
Pedimos a la opinión pública el BOICOT a este Rastrillo y el apoyo a lxs educadorxs explotadxs por esta empresa.
25 años son suficientes para poner fin a esta explotación encubierta como obra social. No es necesaria la caridad, sino más justicia.
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